El plan patriota deja ver sus secuelas
Es una estrategia de guerra contra las FARC-UP y el ELN, que lo camuflan como proyectos de desarrollo económico y social hacia la población que vive en la zona de conflicto; de ninguna manera es un plan orientado a luchar contra el narcotráfico como lo han manifestado voceros militares.
El sur de Colombia es el 20% del territorio nacional, es una zona estratégica por dos razones: 1).- Como escenario para concluir la guerra en Colombia, entre asesores militares y contratistas -mercenarios- norteamericanos, aliados al ejército regular y paramilitares colombianos, que en conjunto intentan derrotar a las FARC-UP y al ELN., por temor a que se extiendan sus frentes de guerra, hacia la selva amazónica y la cuenca del Pacifico en donde les será imposible vencerlos como pretenden. 2).- Es una zona estratégica por su riqueza en recursos naturales, biodiversidad, agua dulce, oxígeno, minerales preciosos y estratégicos, especialmente petróleo.
En la zona en conflicto tiene intereses económicos el señor George W. Bush, propietario de la empresa petrolera Harken Energy, que desde tiempo atrás realizaba labores de exploración y de explotación del petróleo con una inversión de más de 300 millones de dólares. Protegen igualmente operaciones petroleras y de vigilancia en el oleoducto de la transnacional norteamericana Occidental Petroleum. Este sector estratégico es controlado por los guerrilleros, y allí radica la urgencia de sacarlos a cualquier costo.
El Gobierno de Uribe Vélez, asumiendo el ingrato papel de portavoz del Comando Sur, manifiesta con cinismo que 'Para definir la estrategia, se han producido decenas de reuniones entre el Ejecutivo y la cúpula de las Fuerzas Militares con el Comando Sur y los Departamentos de Estado y Defensa de los Estados Unidos', y para su 'éxito' contrainsurgente piensa desplegar una fuerza multinacional de 15.000 soldados, en el sur del país, para terminar con los rebeldes.
Esta práctica militarista tiene un efecto de amedrentamiento psicológico, pues pretende escarmentar y amedrentar a quienes luchan contra el sistema, a los que están por la emancipación de los pueblos, que luchan contra el neoliberalismo y la globalización imperialista.
El señor O'Connell, secretario adjunto de Defensa para Operaciones Especiales y Conflictos de Baja Intensidad, en el Pentágono, confirma su participación al expresar 'que si bien el personal de Estados Unidos no estará directamente en las 'líneas de vanguardia' en Colombia 'se requerirá más entrenamiento y planificación para las fuerzas armadas colombianas', dado que ellos 'estarán directamente presentes en un frente amplio para derrotar a los narcoterroristas' en ese país'.
Recordemos que en esa zona, los guerrilleros de la FARC-UP y el ELN, mantienen intactas sus fuerzas de retaguardia, y que las victorias que piensan obtener no les van hacer tan fáciles, por más hombres y armamento moderno que dispongan; una cosa es pelear y combatir por principios e ideales, como es el caso de los guerrilleros, que por dinero o por el sueldo que reciben los soldados y paramilitares colombianos y norteamericanos. Recuerden lo de Vietnam y lo que acontece en Irak, la dignidad, la esperanza y la utopía no tienen precio ni tiempo.
Fuente: Argenpress